Tantas veces que este camino se acortó para poder escuchar estas palabras, tantas noches queriendo escuchar las de ti. Aunque no fuiste tú, son especiales para mí, trayendo un recuerdo de melancolía y felicidad.
Rayos, quién diría que una simple palabras tuvieran un imparto de mil emociones y de 1000 horas en el paraíso de las sensaciones que con cada letra se siente reflejado.
Tantas noches y amanecidas, pensando en qué hacer, tantos siquiera que fuera tú. Tanto enamoramiento de ti y de tu cintura y forma de ser, para qué acabara con un adiós, las palabras de una nueva amistad que me hacen darme cuenta de las cosas, ¿si te odio? No podría Dios no odia a sus hijos, como yo no podría odiarte a ti sin duda alguna. Este corazón de tantas tintas insertadas no sabe qué hacer cómo seguir en este náufrago desconocido.
Cada noche sin comer los sueños, visiones, emociones me hacen darme cuenta lo poco que quise amarte y lo mucho que entregué al final.
0 Comments